Nacido en 1904, Antonio Cordellat era la máxima figura del Burjassot, club decano del fútbol valenciano en el que se había formado como extremo izquierdo. Se trataba de un jugador de corta estatura, pero de una velocidad endiablada y una técnica exquisita. Un cromo de la época lo definía como «pequeño de estatura, valiente hasta la exageración». En 1921 fichó por el Valencia, club en el que permanecería 8 largas temporadas como titular estable, integrando uno de los primeros grandes equipos de la historia del club que protagonizó la mudanza al Camp de Mestalla.

Cordellat llegó con 17 años, y formó con Rino, Peral, Montes y Cubells la primera gran delantera del Valencia, probablemente el primer precedente de la «delantera eléctrica», formando una alineación que los niños de Valencia recitaban de memoria. Solía jugar pegado a la línea de cal, de donde arrancaba con velocidad hacia el centro, desbordando a aquellos defensores que osaban salirle al paso, y asistiendo a los delanteros con gran facilidad. Fue, probablemente, el mejor asistente de la década de los años 20. Pese a ello, se vio algo perjudicado por la importancia de Montes, ya que éste hacía bascular al equipo hacia la derecha.

Era un futbolista bravo y luchador, que según los cronistas de la época, dejaba sobre el campo hasta la última gota de sudor, levantando a los espectadores de sus asientos cuando encaraba a los rivales y ponía centros medidos sobre el área. Especialmente destacados por la prensa local fueron sus espectaculares lanzamientos de córner, algo que nadie superó hasta la llegada de Guillermo Gorostiza.

En 1929, Cordellat regresó al Burjassot tras haber disputado, según nuestros registros, 246 partidos con el Valencia CF. Allí se mantuvo a un gran nivel hasta el estallido de la Guerra Civil, llegando a enfrentarse hasta en 7 ocasiones al equipo valencianista. No le faltó una sonora ovación en cada visita, llevándose el merecido reconocimiento de la afición por sus servicios al murciélago. Tras la guerra se convirtió en entrenador del equipo decano, llevando al equipo hasta la final del campeonato nacional amateur. Un sonado éxito al que contribuyeron grandes jugadores como Sierra, Sáenz y Asensi, que terminarían jugando en el Valencia CF. También fue entrenador del Llíria CF entre 1942 y 1946.