Larrañaga era uno de los centrocampistas más destacados del equipo reserva del Valencia CF en la temporada 1928-1929, un equipo cuyo objetivo no era otro que el de ayudar en los entrenamientos a los titulares y entretener a los espectadores en los partidos amistosos que se organizaban cuando el primer equipo jugaba lejos de Mestalla mientras se narraban los acontecimientos más importantes por la megafonía del estadio. Los futbolistas de este equipo trataban de demostrar sus cualidades a Anton Fibver mientras esperaban una oportunidad de debutar y asentarse en el primer equipo. Larrañaga llegó a ser convocado en 10 ocasiones por el técnico checo para defender la camiseta valencianista en diversos partidos amistosos, pero no gozó de continuidad, por lo que finalmente abandonó la disciplina del club valencianista para dedicarse a sus actividades profesionales.